Les saints Anges

The Saint Angels

Eight Sermons on the Celestial World

This third volume of sermons by Saint Bonaventure is composed of eight writings — never before translated up until now — dedicated to Angels and the Angelic Hierarchy.

Angels hold an important place in our human imaginations.  Very often the images we hold of them are those of winged beings.  Those wings, however, signify that they belong to the spiritual world: Angels are pure spirit.  In order to know them, we must be willing to let go of these simple images. 

The two great 13th Century theologians, the Franciscan Saint Bonaventure, and the Dominican Saint Thomas Aquinas, respectively called Doctor Seraphic and Doctor Angelic: which refer to the Celestial Hierarchy where the most elevated position is that of the Seraphim, the closest to the Divine, while Angels hold the place closest to the human world.  This shows the importance the angelic world held for theology at the time, but also throughout all of Christianity.

Saint Bonaventure shows how the Angelic Hierarchy receives Divine light, transmits it, from heart to heart, all the way to the Ecclesiastical Hierarchy, the Earthly reflection of the spiritual world. Thus immediately arises an ascending movement where man is guided by the Angels to return to God, the goal of Bonaventurian theology, the sheer aim of faith.

Los santos ángeles

Ocho sermones sobre el mundo celeste

Este tercer tomo de los sermones de san Buenaventura presenta ocho textos ‑que no se habían traducido nunca‑ dedicados a los ángeles y las jerarquías angélicas.

El ángel tiene un puesto muy importante en lo imaginario humano. Solemos recordar imágenes del ángel y siempre nos lo representamos como un ser alado. Pero sus alas revelan que pertenece al mundo espiritual: el ángel es espíritu puro. Por eso, para conocerlo, hay que ir más allá de la mera imagen.

A los dos grandes teólogos del siglo XIII, el franciscano san Buenaventura y el dominico santo Tomás de Aquino, se les conoce respectivamente por los títulos de «Doctor Seráfico» y «Doctor Angélico»: referencia a las jerarquías celestes, donde el puesto más alto lo ocupan los serafines, los que están más cerca del mundo divino, mientras que los ángeles ocupan el puesto más cercano al mundo humano. Vemos así la importancia del mundo de los ángeles en la teología de aquella época, y también en todo el cristianismo.

San Buenaventura nos enseña que la jerarquía angélica recibe la luz divina, la transmite de coro en coro hasta la jerarquía eclesiástica, reflejo terrestre de ese mundo espiritual. Pero se produce inmediatamente un movimiento ascendente en el que los ángeles guían al hombre para volver a Dios, que es la finalidad de la teología bonaventuriana, la finalidad propia de la fe.