Me gustan los calamares, la sepia, los pulpos y sus primos…
Hay imágenes de monstruos tentaculares que hacen naufragar barcos… o de animales mágicos asociados a los dioses en los pueblos precolombinos.
En realidad, el calamar, la sepia y el pulpo, los denominados cefalópodos (pies en la cabeza) siempre han estado presentes en la mesa del hombre. Se encuentran y se preparan con facilidad, son muy baratos y tienen, además, importantes cualidades dietéticas porque son bajos en calorías.
Muy apreciados en Asia y cada vez más en nuestras costas, se pueden consumir con su tinta o sin ella, crudos, adobados, cocidos lentamente, rellenos, fritos, a la sartén o a la plancha.
A través de estos modos de cocción, la obra le invita a descubrirlos o a redescubrirlos gracias a recetas tradicionales o innovadoras.
They make us conjure up images of far-reaching monsters sinking ships... of magical animals associated with gods in Pre-Columbian peoples.
In reality, squid or calamari, cuttlefish, octopus, all called cephalopods (“feet on the head,”) have for a long time been appreciated in culinary dishes by people. Easy to find and to prepare, very inexpensive, they also offer important dietary virtues for they are low in calories. Very appreciated in Asia, and more and more so along our own coasts, they can be eaten with or without their ink, raw, marinated, simmered, stuffed, deep fat fried, or roasted.
It is through all these various ways of preparing them that this book invites readers to discover and rediscover these delightful treasures from the sea by means of traditional and more innovative recipes.
Hay imágenes de monstruos tentaculares que hacen naufragar barcos… o de animales mágicos asociados a los dioses en los pueblos precolombinos.
En realidad, el calamar, la sepia y el pulpo, los denominados cefalópodos (pies en la cabeza) siempre han estado presentes en la mesa del hombre. Se encuentran y se preparan con facilidad, son muy baratos y tienen, además, importantes cualidades dietéticas porque son bajos en calorías.
Muy apreciados en Asia y cada vez más en nuestras costas, se pueden consumir con su tinta o sin ella, crudos, adobados, cocidos lentamente, rellenos, fritos, a la sartén o a la plancha.
A través de estos modos de cocción, la obra le invita a descubrirlos o a redescubrirlos gracias a recetas tradicionales o innovadoras.