Es asombroso que la tradición común no ofrezca más detalles sobre la vida de cada uno de los doce Apóstoles. El autor del Apocalipsis enumera doce piedras preciosas para simbolizar a los Apóstoles, pero sin referencia directa a tal o cual Apóstol. Sin embargo, encontramos pistas interesantes en textos en arameo, reconocidos a pesar de ello como textos canónicos por Roma, especialmente en Santa Hildegarda, o en muchos autores místicos antiguos y modernos como Maria Valtorta, o incluso en la simbólica de los números. El autor experimentó desde siempre el gusto por la meditación filosófica y teológica en una soledad poblada por la correspondencia regular con pensadores como Maurice Nedoncelle.
It is surprising that the popular tradition does not give us more details on the lives of the twelve apostles.
It is without direct inference to such and such an apostle that the author lists twelve gemstones to symbolise the Apostles.
Still, we find interesting clues in the Aramic texts nonetheless recognised by Rome as canonical, in Sainte Hildegarde in particular, in many mystical authors, both ancient and modern like Maria Valtorta, and even in the symbolism of numbers.
The author has always enjoyed philosophical and theological meditation in a solitude filled with regular correspondence with thinkers such as Maurice Nedoncelle.
Es asombroso que la tradición común no ofrezca más detalles sobre la vida de cada uno de los doce Apóstoles. El autor del Apocalipsis enumera doce piedras preciosas para simbolizar a los Apóstoles, pero sin referencia directa a tal o cual Apóstol. Sin embargo, encontramos pistas interesantes en textos en arameo, reconocidos a pesar de ello como textos canónicos por Roma, especialmente en Santa Hildegarda, o en muchos autores místicos antiguos y modernos como Maria Valtorta, o incluso en la simbólica de los números. El autor experimentó desde siempre el gusto por la meditación filosófica y teológica en una soledad poblada por la correspondencia regular con pensadores como Maurice Nedoncelle.