El lenguaje de la tipografía
Antiguo alumno de la Escuela Normal Superior de Enseñanza Técnica, Pierre Duplan es profesor honorario de la Escuela Superior Estienne de Artes e Industrias Gráficas, más conocida por Escuela Estienne. Animado por antiguos alumnos y estudiantes actuales, reproduce en libros ilustrados y didácticos algunas de las clases que impartía sobre la letra y la imagen, de donde nace esta obra.
El escritor ve en su pantalla informática cómo se modifican las apariencias del contenido de su trabajo, el texto mismo, con una rapidez y una flexibilidad desconocidas hasta entonces.
Ese elemento vivo puede cuestionarse; se adaptará conforme lo vaya deseando su autor, que podrá manipularlo sin límites en todos los tipos digitalizados que haya metido en su ordenador y en presentaciones-posiciones variables al infinito. El interés esencial de la informática es que creación es igual a realización; se estimula pero uno tiene derecho a arrepentirse. Lo que supone un perfecto conocimiento y un control total del sentido añadido al elegir la forma tipográfica, fuente, justificado, invariantes, tramas, colores, etc.
Entonces, ¿qué procesadores y para qué textos?
Las nuevas técnicas, bien utilizadas, proponen al lector páginas extraordinarias. Mal diseñadas, transforman nuestro paisaje de lectura en un catálogo de tipos, tan numerosos como distintos probablemente pero, sobre todo, inapropiados para el papel que les dan los grafistas, que suelen ser más jugadores plásticos que semiólogos convencidos.
Former student of the École normale supérieure de l'Enseignement technique, Pierre Duplan is an Honorary Professor of graphic arts and industries at the École supérieure Estienne des arts et industries graphiques better known as the École supérieure Estienne. Encouraged by former and present students, he has reproduced some of the classes he delivered on the letter and image in the form of illustrated and instructional books, hence this book.
The writer sees his work on his computer monitor, even the text takes shape with a rapidity and flexibility never before experienced.
This living flesh is likely to be questioned; it will take on all the successive desires of the author, who can manipulate it to no end, in all the digitalized characters that he has on his computer, like the infinitely changeable presentation/positions. The main interest behind using the computer is that creation means execution; it is stimulated at the same time that errors can easily be corrected. The work implies complete knowledge and control of the additional meaning inferred by typographical choices – fonts, justification, invariants, tone, color, etc.
So? How should such and such a text be handled?
The new techniques, when properly used, offer a reader remarkable pages. Poorly designed however, they transform the visual landscapes into catalogs of characters, as numerous as varied, but especially inappropriately used by graphic artists who often are more playful plastic artists than they are semiotic specialists.
Antiguo alumno de la Escuela Normal Superior de Enseñanza Técnica, Pierre Duplan es profesor honorario de la Escuela Superior Estienne de Artes e Industrias Gráficas, más conocida por Escuela Estienne. Animado por antiguos alumnos y estudiantes actuales, reproduce en libros ilustrados y didácticos algunas de las clases que impartía sobre la letra y la imagen, de donde nace esta obra.
El escritor ve en su pantalla informática cómo se modifican las apariencias del contenido de su trabajo, el texto mismo, con una rapidez y una flexibilidad desconocidas hasta entonces.
Ese elemento vivo puede cuestionarse; se adaptará conforme lo vaya deseando su autor, que podrá manipularlo sin límites en todos los tipos digitalizados que haya metido en su ordenador y en presentaciones-posiciones variables al infinito. El interés esencial de la informática es que creación es igual a realización; se estimula pero uno tiene derecho a arrepentirse. Lo que supone un perfecto conocimiento y un control total del sentido añadido al elegir la forma tipográfica, fuente, justificado, invariantes, tramas, colores, etc.
Entonces, ¿qué procesadores y para qué textos?
Las nuevas técnicas, bien utilizadas, proponen al lector páginas extraordinarias. Mal diseñadas, transforman nuestro paisaje de lectura en un catálogo de tipos, tan numerosos como distintos probablemente pero, sobre todo, inapropiados para el papel que les dan los grafistas, que suelen ser más jugadores plásticos que semiólogos convencidos.